Noruega. Día 3

 Día 3


Levantado desde muy temprano por la incertidumbre de un vuelo interno en Noruega, logramos dormir cuatro horas que se sintieron quince minutos, pero es parte de la aventura y había que hacerlo para continuar con el proyecto.



Me habían enviado un reportaje de You Tube que informaba de la desgracia que estaba pasando Noruega por la guerra de Ucrania, una escasez de turistas y de movimiento en los aeropuertos y efectivamente había una escasez de gente cuando se llega a las 00:00 horas, de lo contrario es un gentío que invade cada aerolínea, cada local y cada avión disponible. Estaba lleno nuestro vuelo a Svalbard con conexión en Trømso y no me percaté que nos pusieron en filas separadas y lejos uno del otro y como Lisa iba en la ventana con dos noruegos al lado, seguramente sintió el ostracismo de ir en un lugar sin gente con quien hablar, al fin y al cabo es Rodríguez y la verborrea es intracelular en ellos.

A mi me tocó irme en el lugar que más desagrado me produce y es en medio y de la forma que a nadie le gusta viajar, a mi derecha un vikingo de casi dos metros de altura y una corpulencia que deja ver lo que han sido desde entonces esa cultura; enorme y sin palabras. Se sentó a mi lado sin dirigirme ninguna palabra nunca, solo un gesto para indicarme que su lugar era en la ventanilla, y así permaneció sentado, recto sin moverse, sin gestos, sin comunicación y de la forma más estoica posible. A mi lado izquierdo una vikinga también corpulenta pero no muy alta y aunque de pelo oscuro, tenía los ojos más azules que he visto en mi vida, nunca le escuché hablar y solo leyendo un libro en noruego.

Cuando entraron los pasajeros, venía dos niñas gemelas de alrededor de 10 años, completamente solas y que tenían al igual que nosotros, asientos separados. Cada una con su pase de abordar y buscando su lugar sin ninguna guía de la tripulación, se sentó cada una en su lugar y un tiempo más tarde las pusieron juntas y así se fueron. No estamos acostumbrados en nuestro medio latino a este tipo de personas, desde muy jóvenes los hacen independientes, seguros de ellos mismos, decididos y con libertad. Creo que todo tiene sus pros y contras, porque seguramente el apego a los padres ha de dar un poco más de estabilidad emocional, realmente no lo se, pero impresiona ver niños tan independientes.

Ahora que voy en este vuelo, escribiendo con los brazos completamente pegados al cuerpo por falta de espacio incluso para levantarlos o sacarme un pañuelo, me doy cuenta lo agradable y satisfactorio de escribir, tenía mucho tiempo de no hacerlo con la frecuencia que ahora lo estoy haciendo, realmente es terapéutico y sobre todo enriquecedor para el yo interno. Más de alguien lo llegará a leer y decidí hacerlo porque justo un día antes de salir, mi hija me mostró un folleto impreso de un viaje anterior de seis semanas que hicimos a las islas griegas y Europa, me gusto verlo y cuando vi, todo lo que había escrito, pensé que debía hacerlo en este viaje también. Enriquecedor. 

Se tiene que bajar en Trømso por control de pasaporte y pasamos por la puerta equivocada y hay que dar una vuelta espantosa para volver a entrar y pasar los controles de aduana, nos quitaron los jugos de manzana y de frutos rojos que llevábamos de refacción y el yogurt que Lisa tanto quería probar. Nunca habían visto un pasaporte guatemalteco los dos agentes que estaban en control y por eso fue más largo de lo normal todo el control para dejarnos pasar, pero estamos listos para el último vuelo de ida a Svalbard y llegar al hotel en Longyearbyern, la última ciudad habitada antes del polo norte en el circulo polar ártico.

Lisa sufrió una dosis de su propia identidad, ella solo puede tener información del DNA materno por ser XX en sus genes y cuando nos hicimos la prueba hace alguno años con la National Geographic pudo confirmar que tiene el 27% de herencia genética de origen escandinavo, estoy seguro que eso puede explicar las reacciones tan características de su herencia familiar. Y como el Karma es tan justiciero, en los asientos de la fila de adelante a ella, iban tres noruegos que no dejaron de hablar durante todo el trayecto a Trømpson y el problema no era solo que no dejaran de hablar incluso durante los anuncios de cabina, sino que hablaban con un tono elevado y estridente que la hicieron pasar un tiempo incómodo y desagradable, recibió una dosis gratuita de su propia medicina.

La vista de Trømso durante el aterrizaje y el despegue fue realmente estupenda, tienen un puente que atraviesa un archipiélago que hay que recorrerlo si se viaja por vía terrestre y una cantidad de casas de color rojo y blanco muy característico del lugar. Dependiendo del color de la casa es el estatus del habitante porque la pintura es más cara si es blanca y mas barata si es roja, porque ese rojo se extrae del bacalao de Noruega y que utilizan hasta para tinte.

Ya en Svalbard, en su capital Longyearbyen, no hay un solo árbol y la vegetación es escasa y mínima, lo único que logra subsistir por el permafrost que se desarrolla en éste lugar. La cañería de los desagües debe ponerse sobre la tierra para que no se congele en exceso y ya no circule la mierda de todos los que viven acá. Les cayó mal la palabra mierda? Tengo sangre española y puedo hablar como mis ancestros. Jaaaa.

Tengo problemas para definir la presentación del blog, pero ya estoy tan cansado que no quiero intentar arreglarlo de otra forma más profesional, así que por el momento se van así.













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