Noruega Día 12
Día 12.
Después de la noche tan catastrófica que pasé por los temores de Lisa, ahora que veo el clima tan calmo y el escaso viento, creo realmente que fue una gran exageración todo el temor y temblor de ella durante toda la noche. El barco de la foto es el ferry que nos llevará por una travesía de 325 kms de Moskenes a Bodø y transporta 72 vehículos,entre camiones, motor homes y carros. Estacionan los vehículos en el sótano y se abre una puerta levadiza para que entre de uno en uno guiados por la tripulación del barco hasta llenar el cupo inferior, luego se dedican a los de mayor envergadura y los dejan en el siguiente piso, distribuyendo el peso a izquierda y derecha y así balancear el barco para mantener un mejor equilibrio dentro del agua.
Es un barco realmente enorme que parece katamaran con dos quillas en la popa que seguramente es para mantener un mejor equilibrio.
Cuando llegamos 05:45 ya habían muchos remolques, camping cars y camiones del lado gratis y que ingresan según el cupo, del otro lado, los que tienen ticket comprado ya era unos ocho vehículos esperando turno, a las 06:15 casi todo estaba lleno y comenzamos a abordar. Dejamos el carro aparcado y subimos a encontrar un lugar donde sentarnos durante la travesía y donde pudiera escribir. Salimos a las 07:00 en punto.
Conociendo el gusto que tienen mis nietos por los hot dogs de los Ferris, lo primero que hice cuando habría la cafetería fue ir a comprar uno. La señorita, que para variar una mujer rubia, joven, sin el pelo pintado ni lentes de contacto y de un azul profundo me preguntó: quiere la salchicha grande o la pequeña y el glotón inmediatamente escogió la grande, enrollada de tocino sofrito y que después de la osadía de preguntarme, ¿pan blanco o integral? Por supuesto que blanco. La aderecé con bastante mostaza Dijon, mayonesa de hierbas y no me quedó otra que echarle ketchup, que es la única forma en que la puedo comer. Por supuesto que pedí una Coca fría y me fui a sentar al lado de Lisa a degustar mi delicioso Hot Dog.
El barco no había aún salido de la bahía y todo estaba muy tranquilo y le dije a Lisa: por gusto fue tu preocupación y que no me dejaras dormir.
Hasta ese momento no conocía las intenciones de Thor y Odín, compinches genéticos de Lisa, lo que tenían planeado para intentarme producir o hacer sentir la cinetosis que sufre ella hasta para subir a un elevador.
Ordenaron a todos los troles que estaban cerca del barco a que comenzaran a mover el mar. Los troles son unos seres terribles, muy temidos y sobrenaturales que se aíslan en lo profundo de los bosques y montañas de la península escandinava, donde forman pequeñas comunidades ermitañas que no están al alcance de la raza humana, muy pocas personas los han visto y nadie ha tenido, hasta el momento ninguna relación con alguno de su especie.
No son agradables de ver, eso dicen los escasos avistamientos que han habido, así como han sido escasos los del abominable hombre de la nieve o Yeti, los Elfos, el hombre lobo, drácula e incluso los dragones. Sus rasgos son grotescos, con una piel irregular y amorfa de tonos verdes y azulados y un cabello desordenado. Tienen una nariz larga y puntiaguda y por eso al ver las montañas de noruega se dice que son troles acostados descansando, muchos de ellos tiene musgo en lugar de cabello.
El trabajo de los troles fue formidable e increíble, Empezaron a mover el barco muy despacio y levemente, las olas apenas subían de la proa y apenas se veían sus crestas.
Después de media hora de estar con ese movimiento ya habían comenzado a vomitar casi un tercio de los pasajeros, que han de haber sido en total unas 150 personas, pero cuando los troles vieron que yo seguía caminando por el barco y viendo a las demás personas como se ponían de mal, pero que nada de todo eso que hacían me afectaba, comenzaron con las olas realmente grandes y constantes. Eran tan grandes las olas en el mar del atlántico norte que supe porqué tanto marinero ha muerto en esos mares, mientras más cerca están del círculo polar ártico, más fuertes y embravecidas son. Estás olas cubrían toda la proa del barco y llegaba hasta el puente donde hay un pequeño espacio para que los pasajeros puedan ver el mar a ese nivel. Una pasajera china que estaba sentada cerca de nosotros y que no le afectó todo ese movimiento decidió subir al puente a ver ese mar. Regresó a sentarse a su lugar, pero completamente mojada de alguna ola que la convenció a bajar a su lugar. Otro señor, ya entrado en años y muy ufano, con una gran cámara de video en un mochila y en otra una cámara profesional, decidió pararse cerca de la ventana a tomar fotos y video, pero no se dio cuenta que venía a chocar una de las olas más grandes que le pegaron al barco y del golpe instantáneamente lo tiró al suelo dándose un fuerte golpe en la cabeza que se escuchó con todo su esplendor. No se podía levantar porque las olas no menguaban y nadie se atrevía a pararse para ayudarle, hasta que un señor enorme lo agarró del brazo y lo levantó para que regresara a su lugar.El movimiento del barco cuando es la proa de arriba para abajo solo se siente similar a un avión cuando aterrizar y se siente que se sube el estómago a los pulmones, pero el bamboleo lateral es realmente desagradable y me puse a contar que más o menos cada siete olas que pegaban al barco, la última era realmente la más grande, después de esa enorme ola que botaba todo lo que estaba mal puesto empezaban dos olas más que hacían que se moviera de derecha a izquierda. Esas olas nunca las había sentido y son lo más desagradables de sentir, podía notar el hot dog viajando en mi estómago de un lado a otro y me dejaban un mal sabor de boca.
Como el papel de los troles era afectarme a mi y viendo que continuaba sin mayor molestia, se dedicaron a ayudar a Lisa y entre tres de ellos la agarraron, uno de ellos le pegó la cabeza contra el asiento, el otro le puso una mano en el estómago y el último le tapó la boca y le cerró los ojos, así la llevaron todo el resto del viaje hasta llegar a la bahía de entrada a Bodø. Traté de averiguar como podía conseguir que ese trol se viniera con nosotros y le pudiera pedir que cuando le estuviera saliendo a Lisa lo Rodríguez (verborrea) le pudiese pedir encarecidamente que actuara a favor mío, pero como son afines a ella, no quiso venirse y seguiré con el sufrimiento. Como algo inesperado e inexplicable, no vomitó ni una sola vez, pensé que iba a ser como el trágico regreso de Piramyden a Longyearbyen en Svalbard, pero no, no vomitó una sola vez, eso si, parecía papel y estaba hecha un témpano de hielo.
Llegamos al puerto y después de ir a un centro comercial a Bodø y comer una deliciosas Ensalada César con pollo nos fuimos a entregar el carro y esperar el avión que nos llevaría a Trondheim.
Trondheim es una ciudad realmente linda, tiene la iglesia metodista más antigua de Noruega y allí nos quedamos a dormir. Llegamos tarde y nos costó encontrar un buen restaurante. No recomendaron uno cercano y pedí Pasta a la Carbonara, como es uno de mis platos italianos favoritos le pregunté al encargado si era buena la Carbonara a lo que indicó que era muy buena. Que fiasco más espantoso, a que cocinero se le ocurre hacer una pasta a la Carbonara con crema agria, champiñones, tocino y arúgula. Encima sin sabor y lo único que salvó mi noche fue que estaba la pasta al dente.
Terminó este día catastrófico y desagradable por el trayecto en barco y lo tarde para descansar, pero estaremos listos temprano para el día de mañana.
Hasta la próxima.
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