domingo, 28 de octubre de 2007

La culpa es mia

La culpa es mía.

Carlos Aragón-Rivas.

¿A quién le puedo echar la culpa?
¿A ustedes ignorantes por haberlos escogido?
¿A ustedes Narcos inconscientes por haberlos financiado?
¿A ustedes oligarcas por haberse acomodado?
¿A ustedes familias poderosas por haber acaparado?

No importa a quién le eche la culpa,
todos realmente somos culpables de lo que tenemos.
Hemos aceptado tiranos, asesinos, abusivos y dementes.
Hemos encubierto todo tipo de injusticia por bien propio
y ahora sólo nos resta, quejarnos por un futuro incierto.

Aceptamos candidatos de desastrosa reputación,
y tenemos legisladores vendidos y corruptos
que se pavonean en limusinas y en su propio avión.
Vimos desfilar al que decía que Dios lo había puesto,
otra que decía que por ser autodidacta, se proponía,
otro que como Bush aseguraba que,
su padre ya lo había logrado, él lo lograría,
y muchos otros sólo por el ansia de dinero y de poder.

Y como pueblo sumiso y aletargado
debo mantenerme callado?
Vamos patria a caminar, yo te acompaño…
con el que tenga un corazón para quererte.
Vamos patria a caminar, yo te acompaño.

¿Olvidamos a Otto René Castillo que escribió
con sangre el dolor que lo consumía
porqué tenemos ahora a un diputado Castillo
con sangre solo para matar y robar?

¿Vamos a seguir diciendo amén a todos los corruptos,
vamos a seguir aceptando tatuados y facinerosos
que no sólo en las áreas marginales encontramos
sino también en el pleno del congreso?

Te escribo a tí Patria, si es que me oyes,
no quiero dejarle a mis hijos y mis nietos
una vida sin reclamar un futuro mejor.
Ya no le abrimos la puerta a una dama
ni le damos el asiento a una anciana
porque nos consumimos en la ignorancia
y nuestra comodidad es primero
a lo que nuestros padres nos enseñaron.

Evadimos los impuestos,
no respetamos la luz roja,
caminamos en contra de la vía
y a nadie le damos paso.

Las calles son testigo de los escupitajos
y los tragantes y las banquetas de la basura.
Le echamos el carro al peatón y a la vieja
y de nadie tenemos ternura ni conmiseración.

Desgraciados los traidores, madre Patria, desgraciados.
Ellos conocerán la muerte de la muerte hasta la muerte!
¿Porqué nacieron hijos tan viles de madre cariñosa?
Otto René, !sólo los hijos viles quedaron¡
No hay nadie que liberar tu patria pueda,
no hay quien empuñe el arma o la pluma
para recordarnos que
antes muerto que esclavo será.

Patria mía, hubo un día que habría muerto por tí,
ahora la vida cambió mi vida y tengo mucho por que vivir
pero nunca dejaré de gritar a cuatro vientos
el deseo de un futuro digno y un mejor porvenir.

Las futuras generaciones te amarán nuevamente
y buscarán en sus genes el amor que se perdió,
ahogados en las drogas, el placer y el dinero,
consumidos en la ignorancia y el conformismo
pensando únicamente en el tener
sin importarles en absoluto el ser.

De Arana a la fecha en más de alguien creí,
soñé con un presidente digno y correcto,
voté por quien llegaría a ser el Salvador
y nunca escogí al ganador
y desde entonces sólo ha gobernado
el más vil y traidor.

Que dicha si hubiese nacido disfrutando del Partenón,
o salpicado por la fuente de Trevi,
caminando por los campos Eliseos,
mirando de frente la Sibeles
o parado disfrutando la terminal de Warteloo.

No. Nací entre montañas y valles,
con los Mayas como historia ancestral.
Nací entre iletrados e ignorantes
que muy pronto se convirtieron
en narcos y traidores.

Nací entre hijos viles de una patria cariñosa
y se olvidaron del pobre y menesteroso
que escogieron la vida fácil
y que escupen al cielo olvidándose del piadoso.

Esta historia no la puedo ni la quiero cambiar.
Tengo la rabadilla morada.
En mi sangre pulula el indio y el ladino
y quiero sentirme orgulloso
porque como Arce, Zapeta, Castillo
y muchos otros
nuestra voz más de alguien escuchará.

¿A quién puedo echarla la culpa entonces?
!Debí haber empuñado un arma¡
!Debí haber escrito en los periódicos¡
!Debí haberme involucrado en política¡
!Debí haber luchado por un futuro mejor¡

Ya lo sé patria mía,
te pido perdón ahora de rodillas,
es la culpa mía,
porque mis hijos y mis nietos
sufrirán por mi cobardía.

viernes, 12 de octubre de 2007

!Auxilio, no se por quien votar¡

¡Auxilio!, no sé por quién votar.

Durante las elecciones presidenciales del 2007 en Guatemala, hemos llegado a la segunda vuelta con dos candidatos de dudosa reputación, y no porque lo diga yo, que soy un ignorante en política, sino por lo que ellos dicen de ellos mismos. Cada uno se refiere del otro como un monstruo marrullero e inescrupuloso, lleno de defectos y vendido al mejor postor.

Uno de ellos dice que el otro es asesino, cobarde, ladrón, secuestrador, miedoso y maricón mientras que el otro le responde que está financiado por el narcotráfico, que es mano aguada e incapaz para combatir la inseguridad y que encima de todo es su esposa quien dirigirá al país.

Terminamos la primera vuelta con un abanico de candidatos y de todos ellos puedo asegurarles que sólo uno tenía la capacidad intelectual y el conocimiento para dirigir al país, los demás eran tal para cual. Ignorantes, iletrados, aprovechados, deseosos de poder y con metas dispares y equivocadas. Cada pueblo tiene el gobernante que se merece, premisa que vemos una y otra vez que se cumple en cada país que escoge a sus gobernantes.

Nuestro mejor ejemplo son los Estados Unidos de Norte América con un hijo iletrado, ignorante y prepotente de un ex-presidente que invadió lo que quiso agenciándose beneficios personales y supuestamente para su país. Los medios de comunicación lo muestran con sus constantes errores y mostrando a grandes voces su ignorancia en todos los campos que intenta adentrar. No puedo dejar de mencionar que habla de Roma como la ciudad de Rómulo y !Rémulo¡, que la Reina Isabel tiene doscientos años de edad y muchísimas otras metidas de extremidad que ya sólo producen hilaridad en las personas. Tienen el gobernante que se merecen y por segunda elección.

Nosotros ni siquiera tenemos boca con que hablar, sobrevivimos a Portillo y sus secuaces, de quienes no tengo calificativo para definir y clasificar. Nunca habíamos tenido nada similar ni parecido y estaba apadrinado por el dinosaurio, arcaico e hipócrita general de todos los tiempos. Como nuestro pueblo puede ser comprado con espejitos, picheles y pelotas de plástico, nuestro gobernante será el que mejor pueda regalar entre nuestro ignorante pueblo las bagatelas que se compren al precio más económico. Ahora sobrevivimos otros cuatro años con un presidente inconspicuo que no cumplió a sus promesas presidenciales. Ya nos acostumbraron a las mentiras y como nuestras famosas y ancestrales familias adineradas obtienen grandes regalías y prebendas, seguiremos en el mismo camino.

Recuerdo y reviso la historia y traigo a colación los presidentes que han dejado huella en nuestro país: Miguel García Granados, Justo Rufino Barrios, Juan José Arévalo Bermejo, Jacobo Arbenz Guzmán y unos pocos más. Jorge Ubico, tan controversial y tan criticado, abdicó al poder para que no se derramara sangre de sus con-nacionales. ¿Habría abdicado Cerezo, Serrano, Arzú, Portillo o Berger por el bien de su pueblo? Puede asegurarles que NO.

Pobre iluso de José Joaquín Palma cuando fumado de algún monte alucinógeno intentó plasmar en el himno a Guatemala las premisas que ningún tirano escupiría su faz, o que no seríamos invadidos por nación extranjera. Somos una parcela gringa que tenemos que rendir pleitesía a sus órdenes y mandatos.
Nuestro pueblo antes muerto que esclavo será: ¿Quiénes? ¿Qué Pueblo? Seguramente eso no estaba escrito para los guatemaltecos, mas esclavos no podemos ser, sumidos en el consumismo y diciendo Yes en lugar de Si. Nunca esquivan la ruda pelea si defienden su tierra y su hogar. Ja. Eso sí, no es para nosotros, no puedo ver a nuestros chapines luchando por su tierra y mucho menos por su honor, es una palabra que no conocemos y que el diccionario define como cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo.

Y ay de aquel que con ciega locura, sus colores pretenda manchar. Otra vez la misma necedad, no es para nosotros esas afirmaciones y premisas. Debemos recordar que Palma era cubano y aunque existen dudas de la veracidad de su autoría, puedo afirmar, basado en el peso de la historia que no es un himno para los guatemaltecos. Fue escrito para los que ya murieron o emigraron, para los que lucharon por un futuro mejor, para los visionarios que veían y esperaban de sus compatriotas un espíritu de unión y de hermandad. Todos muertos ya o asesinados por los poderosos, ambiciosos y traidores que buscan su beneficio personal.

Alberto Velásquez escribió la jura a la bandera y decía: En nombre de la sangre y de la tierra juramos mantener tu excelsitud sobre todas las cosas, en los prósperos días y en los días adversos; velar y aún morir porque ondees perpetuamente sobre una patria digna. Otro iluso y fuera de si que creía en un pueblo diferente.
!Ay Guatemala¡ el Quetzal no levantará en sus alas tu nombre inmortal si le damos el crédito de Salvador a un niño irrespetuoso y malcriado que tiene la osadía de pedir que se cante !Con Huevos¡ tu himno nacional y que subestime a sus máximos dirigentes llamando públicamente Arzú, al Señor Alcalde de Guatemala y Oscar al Señor Presidente de la República, solo porque ganó un galardón por su albricia en lo que semeja un Circo Romano.
He ido de un lado a otro, viajado en la historia y aún no tengo respuesta a mi pregunta y seguramente muchos otros están como yo. ¿Por quién voto? No puedo votar nulo o dejar de votar porque creo que aún hay una pequeña llama que algún día hará resurgir el fuego consumidor de los verdaderos guatemaltecos que tienen muy dentro de sí ese deseo de un país mejor, que amen a su patria con profundo fervor y quieran de Guatemala, un nombre inmortal.

Te pido Guatemala, en nombre de tus mártires, de tus próceres y de los que creyeron y murieron por ti, que me digas por quién votar.