Noruega Día 9
Día 9.
Estábamos en Henningsvaer y no pudimos ver mucho porque estaba lloviendo y aunque el camino no era muy largo, hay mucho que ver y muchos lugares donde parar para disfrutar todas las bellezas de este país.
Las carreteras son de una vía de ida y otra de regreso y tiene espacios para dejar pasar al que viene o va y todos dan permiso siendo muy amables para conducir. Varios buses pasaron a nuestro lado y hasta ahora no he escuchado ninguna bocina sonar, me recuerda mucho nuestro altiplano cuando los chicken bus o pasan o pasan y suenan sus terroríficas bocinas para insistir que ellos tienen que pasar.Este mapa muestra la vía directa que teníamos que tomar para llegar a nuestro hotel que estaba en Vestvagoy, pero nos desviamos hacia Kavelbag para ir al acuario donde vimos un documental de como pescan el bacalao y lo procesan, tradiciones de más de mil años que siguen haciendo de forma muy similar. Obviamente la pesca es diferente y tienen muchas restricciones que deben guardar los Noreugos.
En ese museo habían una cantidad de peces que nunca había visto, uno de ellos que tenía torcidos los ojos y se miraba extraño y desagradable, tan desagradable que ni quise tomarle foto, se llama Halibut y es uno de los más deliciosos que hemos probado. Una langosta azul enorme con unas tenazas que no me gustaría pensar que agarrara un dedo, lo amputa, me imagino.
Seguimos el camino lloviendo todo el tiempo y sin posibilidades de seguir tomando buenas fotos hasta que llegamos al museo Vikingo en Vestvagoy en la localidad llamada Börg. Me entusiasmé en ver la serie de los Vikingos que están pasando en la televisión de solo conocer todas las excavaciones y descubrimientos que se hicieron en ese lugar. Realmente es una etnia como ninguna otra, gente fuerte y diferente a todas las demás y con creencias religiosas más acordes a la realidad humana. Obviamente todas las religiones tienen más de mitos que de realidad, pero me pareció increíble lo que lograron. Dejaban sus comunidades por meses por sus travesías en el mar y con la construcción de sus barcos podían llegar a cualquier parte del mundo. Las mujeres se quedaban a cargo de sus pueblos y defendían sus comunidades como si fueran hombre y muchas veces, mejor. Ahora se sabe que llegaron a América mucho antes que Cristóbal Colón y después que navegamos por el mar de Barent y nos dimos cuenta lo que es el mar del norte, para ellos todo eso fue enseñanza.
Es impresionante ver la corpulencia de los noruegos, altos, grandes, corpulentos, de piel clara, ojos claros y bien parecidos.
Estás cabañas son muy características y están construidas dentro del mar con tablones de hormigón y las modernas con bases de concreto prefabricado que trasladan con grandes grúas y que ensamblan como rompecabezas. Afortunadamente estaban instalando una cuando estaba allí y pude ver la eficiencia y facilidad para hacerlo.Realmente son impresionantes los noruegos, todas sus ciudades nítidas, no he visto hasta el momento un solo papel tirado en las calles ni nada fuera de lugar. Todo el mundo se detiene mucho antes de la cebra si alguien va a caminar por ella y todos dan vía a los carros, estrictos para acatar las señales de velocidad. Se circula entre 30 a 90 kilómetros dependiendo del lugar, en un solo tramo de todo lo que he circulado pude llegar a 90 km/hora y no fue por mucho tiempo. No he visto hasta el momento ningún carro que exceda los límites de velocidad ni a ningún loco rechinando llantas y el escape abierto en las motos y carros es completamente prohibido.
Después de pasar unos días aquí, es fácil volverse fanático de este país, lo más ordenado que he visto y la gente amable y sonriente, todo el mundo accesible y responden amablemente a las preguntas, incluso las personas que no dominan el inglés.
Mañana será otro día agradable y de mucho carro, así que habrá mucho que contar, para mientras dejo algunas fotos para que vean la belleza del lugar.
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