martes, 22 de marzo de 2011

¿Cómo podría quedar callado?

¿Cómo podría quedar callado?

Realmente he intentado no comentar o criticar nada ni a nadie en este gobierno pero recién leí un correo electrónico con información de la posible ruptura matrimonial de sandra torres y álvaro colon y vino a mi mente un pasaje de la vida de Emil Sinclair que dice así:
“Si no fuéramos algo más que seres únicos, sería fácil hacernos desaparecer del mundo con una bala de fusil, y entonces no tendría sentido contar historias. Pero cada hombre no es solamente él; también es el punto único y especial, en todo caso importante y curioso, donde, una vez y nunca más, se cruzan los fenómenos del mundo de una manera singular. Por eso la historia de cada hombre, mientras viva y cumpla la voluntad de la naturaleza, es admirable y digna de toda atención. En cada uno se ha encarnado el espíritu, en cada uno sufre la criatura, en cada uno es crucificado un salvador.”
Al premio Nobel de 1946 lo metieron preso y sufrió infinidad de vicisitudes, terminó siendo pintor para expresar sus sentimientos, pero ahora, todos estos sucesos me hacen pensar:
¿Donde nos perdimos?
¿En que momento dejamos de ver el horizonte?
¿Cómo llegamos a éste sinsentido?

Creo que se puede dejar de amar a una persona por múltiples y singulares razones, y he escuchado historias que muchas veces parecen inverosímiles, pero ésta en especial, me dejó un sinsabor como ninguna otra.
No creo que sea reciente la decisión de divorciarse y pienso que la premeditación, alevosía y ventaja fue maquiavélicamente tejida en la mente corrupta de un deseo irracional de poder, pero ¿a costa de que?
Se olvidó el honor en algún momento de la historia actual, se terminó la dignidad y los principios, fundamentales para el bien vivir, dejaron de ser. DEFINITIVAMENTE SI. Pero, 
¿A quién culpar?
¿Habrá sido por la educación de nuestros padres?
¿Nuestros maestros habrán errado en su deber?
¿La religión desvió el camino de rectitud?
No lo se ni lo puede entender, pero reconozco que cada uno de nosotros tenemos la culpa de lo que ahora estamos viviendo, sufriendo y soportando; somos los únicos responsables y lo más terrible de todo es que le estamos dejando a nuestros hijos y nietos un mundo completamente desequilibrado que seguramente no podrán dirigir.

Esta tarde fui a un centro comercial, uno de los más lujosos de la capital, y un señor con bastón intentaba atravesar un carril para llegar a su vehículo estacionado en uno de los sótanos del lugar, mientras hacía el intento, un pavoroso, impío, despiadado, inhumano, desalmado, maleducado y engreído joven, casi acostado en el asiento de su carro, le tocó la bocina para que no intentara obstruirle el paso y pasó a gran velocidad enfrente al inválido señor, no sin antes expresarle toda clase de improperios, rayos y centellas de una boca que seguramente utilizará para expresar un estercolero de iniquidades, similares a las que guardará en su mínimo cerebro.
Pasaron por mi mente una infinidad de pensamientos, deseos y expresiones, pero afortunadamente no tuve tiempo de actuar y hube de quedarme con el deseo de muchas cosas por hacer. En estos tiempos la vida tiene tan poco valor que una simple bala soluciona cualquier altercado.
Esa clase de engendros hemos creado, propiciado y aceptado porque la educación se perdió frente al televisor o las parrandas olvidando educar a lo que hemos traído al mundo. ¿Cómo podemos, entonces, asustarnos de la candidata a presidente?
Ella hará todo lo que tenga que hacer para conseguir y lograr lo que piensa y se propone y no nos extrañe que veamos nuevamente una espantosa manipulación de las elecciones, hasta obtener lo que se ha propuesto, para ella: “el fin justifica los medios”

He tenido en el corazón a los japoneses con la devastación de un espantoso terremoto y un tsunami que parece de ciencia ficción, pero y lo que nos espera con las próximas elecciones, ¿no será mucho peor?
¿Terminaremos con una Gadafi en el poder? Seguramente habrá sido adiestrada por Chavez, Ortega, Evo Morales y todos esos locos por el poder que perdieron el amor a la patria por obstinarse en un descabellado deseo de reinar. De lo que ahora podemos estar seguros es que hemos tenido desde hace muchos años, presidentes malos, pésimos y a colon, ya no lo podemos negar.

¿Con que calidad moral y humana, con que dignidad y honor puede una pareja como sandra torres de colon y álvaro colon gobernar un pueblo y dirigir los destinos de nuestros hijos y nietos, si venden su matrimonio por un plato de lentejas? Porque al final de la vida, aunque no se tengan sus millones, el amor suple cualquier necesidad.
Pero para terminar ésta queja, que la escribo para expresar mi completo y total repudio al gobernante que escogieron y a los designios de su primera ama, (no puedo siquiera definirle como dama con minúscula, porque según el Drae, Dama es una mujer noble y distinguida y esos atributos por más que intento no logro identificarlos en ella) quiero dejar  muy claro lo siguiente:
de lo que estoy completa, total y absolutamente convencido es que ningún guatemalteco honorable, digno, honrado y sobre todo pensante votará por ella, ninguno... ni aún los escasos entes que puedan poseer por lo menos uno de esos atributos y que pululen en su partido. Si ella logra quedar de presidente será porque hicieron fraude o porque estamos llenos de guatemaltecos miserables, indignos, corruptos e idiotas.