viernes, 12 de octubre de 2007

!Auxilio, no se por quien votar¡

¡Auxilio!, no sé por quién votar.

Durante las elecciones presidenciales del 2007 en Guatemala, hemos llegado a la segunda vuelta con dos candidatos de dudosa reputación, y no porque lo diga yo, que soy un ignorante en política, sino por lo que ellos dicen de ellos mismos. Cada uno se refiere del otro como un monstruo marrullero e inescrupuloso, lleno de defectos y vendido al mejor postor.

Uno de ellos dice que el otro es asesino, cobarde, ladrón, secuestrador, miedoso y maricón mientras que el otro le responde que está financiado por el narcotráfico, que es mano aguada e incapaz para combatir la inseguridad y que encima de todo es su esposa quien dirigirá al país.

Terminamos la primera vuelta con un abanico de candidatos y de todos ellos puedo asegurarles que sólo uno tenía la capacidad intelectual y el conocimiento para dirigir al país, los demás eran tal para cual. Ignorantes, iletrados, aprovechados, deseosos de poder y con metas dispares y equivocadas. Cada pueblo tiene el gobernante que se merece, premisa que vemos una y otra vez que se cumple en cada país que escoge a sus gobernantes.

Nuestro mejor ejemplo son los Estados Unidos de Norte América con un hijo iletrado, ignorante y prepotente de un ex-presidente que invadió lo que quiso agenciándose beneficios personales y supuestamente para su país. Los medios de comunicación lo muestran con sus constantes errores y mostrando a grandes voces su ignorancia en todos los campos que intenta adentrar. No puedo dejar de mencionar que habla de Roma como la ciudad de Rómulo y !Rémulo¡, que la Reina Isabel tiene doscientos años de edad y muchísimas otras metidas de extremidad que ya sólo producen hilaridad en las personas. Tienen el gobernante que se merecen y por segunda elección.

Nosotros ni siquiera tenemos boca con que hablar, sobrevivimos a Portillo y sus secuaces, de quienes no tengo calificativo para definir y clasificar. Nunca habíamos tenido nada similar ni parecido y estaba apadrinado por el dinosaurio, arcaico e hipócrita general de todos los tiempos. Como nuestro pueblo puede ser comprado con espejitos, picheles y pelotas de plástico, nuestro gobernante será el que mejor pueda regalar entre nuestro ignorante pueblo las bagatelas que se compren al precio más económico. Ahora sobrevivimos otros cuatro años con un presidente inconspicuo que no cumplió a sus promesas presidenciales. Ya nos acostumbraron a las mentiras y como nuestras famosas y ancestrales familias adineradas obtienen grandes regalías y prebendas, seguiremos en el mismo camino.

Recuerdo y reviso la historia y traigo a colación los presidentes que han dejado huella en nuestro país: Miguel García Granados, Justo Rufino Barrios, Juan José Arévalo Bermejo, Jacobo Arbenz Guzmán y unos pocos más. Jorge Ubico, tan controversial y tan criticado, abdicó al poder para que no se derramara sangre de sus con-nacionales. ¿Habría abdicado Cerezo, Serrano, Arzú, Portillo o Berger por el bien de su pueblo? Puede asegurarles que NO.

Pobre iluso de José Joaquín Palma cuando fumado de algún monte alucinógeno intentó plasmar en el himno a Guatemala las premisas que ningún tirano escupiría su faz, o que no seríamos invadidos por nación extranjera. Somos una parcela gringa que tenemos que rendir pleitesía a sus órdenes y mandatos.
Nuestro pueblo antes muerto que esclavo será: ¿Quiénes? ¿Qué Pueblo? Seguramente eso no estaba escrito para los guatemaltecos, mas esclavos no podemos ser, sumidos en el consumismo y diciendo Yes en lugar de Si. Nunca esquivan la ruda pelea si defienden su tierra y su hogar. Ja. Eso sí, no es para nosotros, no puedo ver a nuestros chapines luchando por su tierra y mucho menos por su honor, es una palabra que no conocemos y que el diccionario define como cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo.

Y ay de aquel que con ciega locura, sus colores pretenda manchar. Otra vez la misma necedad, no es para nosotros esas afirmaciones y premisas. Debemos recordar que Palma era cubano y aunque existen dudas de la veracidad de su autoría, puedo afirmar, basado en el peso de la historia que no es un himno para los guatemaltecos. Fue escrito para los que ya murieron o emigraron, para los que lucharon por un futuro mejor, para los visionarios que veían y esperaban de sus compatriotas un espíritu de unión y de hermandad. Todos muertos ya o asesinados por los poderosos, ambiciosos y traidores que buscan su beneficio personal.

Alberto Velásquez escribió la jura a la bandera y decía: En nombre de la sangre y de la tierra juramos mantener tu excelsitud sobre todas las cosas, en los prósperos días y en los días adversos; velar y aún morir porque ondees perpetuamente sobre una patria digna. Otro iluso y fuera de si que creía en un pueblo diferente.
!Ay Guatemala¡ el Quetzal no levantará en sus alas tu nombre inmortal si le damos el crédito de Salvador a un niño irrespetuoso y malcriado que tiene la osadía de pedir que se cante !Con Huevos¡ tu himno nacional y que subestime a sus máximos dirigentes llamando públicamente Arzú, al Señor Alcalde de Guatemala y Oscar al Señor Presidente de la República, solo porque ganó un galardón por su albricia en lo que semeja un Circo Romano.
He ido de un lado a otro, viajado en la historia y aún no tengo respuesta a mi pregunta y seguramente muchos otros están como yo. ¿Por quién voto? No puedo votar nulo o dejar de votar porque creo que aún hay una pequeña llama que algún día hará resurgir el fuego consumidor de los verdaderos guatemaltecos que tienen muy dentro de sí ese deseo de un país mejor, que amen a su patria con profundo fervor y quieran de Guatemala, un nombre inmortal.

Te pido Guatemala, en nombre de tus mártires, de tus próceres y de los que creyeron y murieron por ti, que me digas por quién votar.

1 comentario:

Alina Kummerfeldt dijo...

Hasta la politica la escribis poetica, y al mismo tiempo sincera y que impulsa reflexion. Felicitaciones