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Mostrando entradas de 2007

La culpa es mia

La culpa es mía. Carlos Aragón-Rivas. ¿A quién le puedo echar la culpa? ¿A ustedes ignorantes por haberlos escogido? ¿A ustedes Narcos inconscientes por haberlos financiado? ¿A ustedes oligarcas por haberse acomodado? ¿A ustedes familias poderosas por haber acaparado? No importa a quién le eche la culpa, todos realmente somos culpables de lo que tenemos. Hemos aceptado tiranos, asesinos, abusivos y dementes. Hemos encubierto todo tipo de injusticia por bien propio y ahora sólo nos resta, quejarnos por un futuro incierto. Aceptamos candidatos de desastrosa reputación, y tenemos legisladores vendidos y corruptos que se pavonean en limusinas y en su propio avión. Vimos desfilar al que decía que Dios lo había puesto, otra que decía que por ser autodidacta, se proponía, otro que como Bush aseguraba que, su padre ya lo había logrado, él lo lograría, y muchos otros sólo por el ansia de dinero y de poder. Y como pueblo sumiso y aletargado debo mantenerme callado? Vamos patria a caminar, yo te ...

!Auxilio, no se por quien votar¡

¡Auxilio!, no sé por quién votar. Durante las elecciones presidenciales del 2007 en Guatemala, hemos llegado a la segunda vuelta con dos candidatos de dudosa reputación, y no porque lo diga yo, que soy un ignorante en política, sino por lo que ellos dicen de ellos mismos. Cada uno se refiere del otro como un monstruo marrullero e inescrupuloso, lleno de defectos y vendido al mejor postor. Uno de ellos dice que el otro es asesino, cobarde, ladrón, secuestrador, miedoso y maricón mientras que el otro le responde que está financiado por el narcotráfico, que es mano aguada e incapaz para combatir la inseguridad y que encima de todo es su esposa quien dirigirá al país. Terminamos la primera vuelta con un abanico de candidatos y de todos ellos puedo asegurarles que sólo uno tenía la capacidad intelectual y el conocimiento para dirigir al país, los demás eran tal para cual. Ignorantes, iletrados, aprovechados, deseosos de poder y con metas dispares y equivocadas. Cada pueblo tiene el goberna...

Morira el amor en mi?

¿Morirá el amor en mi? Mi amor es como un gato: ágil y sigiloso, ronronea con el cariño y se acurruca en las piernas. Como un lince atrapa la mas mínima caricia y como una leona, guarda su presa y se alimenta. ¿Cuantas vidas tiene un gato? Siete o nueve, no lo sé. Las que tenga las he ido perdiendo, muertas en el hastío, asesinadas por la soledad, el desprecio o el dolor; asfixiadas por la incertidumbre o la desesperanza. He caído de diferentes alturas. Me han arrojado con diferentes impulsos. Han intentado que pierda el horizonte. En cuatro patas he logrado sobrevivir. Pero, ¿morirá el amor en mi? ¿Cuántas vidas llevo ya perdidas? ¿Cuántas aun quedarán por asesinar? Recuerdo las mas dolorosas por su profunda cicatriz y las recientes por su agrio sabor. Pero, ¿morirá el amor en mi? Con el peso de los años y sus cicatrices en mi cuerpo, reconozco la falta de fuerzas y el ímpetu mermar, me cuesta incorporarme por la vida y el dolor; pero, ¿morirá el amor en mi? Aun sufro con el que sufre...